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Encontrar el método presupuestario adecuado para ti puede facilitarte mucho la consecución de tus objetivos financieros. Lo ideal es un plan fácil de seguir y que no parezca una tortura. Tenga en cuenta que lo que le funciona a su mejor amigo puede no funcionarle a usted, así que pruebe diferentes estrategias. Aquí tienes tres métodos presupuestarios que pueden mejorar drásticamente tus finanzas.

 

Diga adiós a sus tarjetas de crédito y hola al sistema de sobres con dinero en efectivo

Las tarjetas de crédito pueden ser tu mejor amigo o tu peor enemigo. Son un salvavidas cuando andas escaso de efectivo, pero también es fácil dejarse llevar. Si tu tarjeta de crédito te mete en problemas constantemente, pásate al sistema de sobres con dinero en efectivo. Con este método presupuestario, dividirás tu dinero en diferentes sobres en función de tus facturas mensuales. Como dependerás únicamente del efectivo, tendrás que pensar más en cada compra. Empieza por revisar tus últimos extractos bancarios para hacerte una idea de adónde va tu dinero y cuánto debes presupuestar para cada área. A continuación, crea un sobre para cada categoría con la cantidad presupuestada escrita claramente en el anverso. Cada vez que necesites hacer una compra, sacarás el dinero del sobre correspondiente. Si te dan cambio, no olvides devolverlo al lugar correspondiente.

 

Equilibra tus deseos, necesidades y objetivos con la regla 50/30/20

Una de las principales razones por las que la gente odia hacer presupuestos es porque suponen que hay que renunciar a todo lo que uno ama. Pero no es así. Con la regla 50/30/20, puedes ocuparte de tus responsabilidades financieras y seguir teniendo una vida. Este método presupuestario consiste en dividir tu sueldo en porcentajes. La mitad de tus ingresos se destinará a gastos esenciales como la comida, la vivienda, los servicios públicos, el seguro y el transporte. Algunas personas también incluyen en esta categoría el pago mínimo de la tarjeta de crédito. A partir de ahí, el 30% de los ingresos restantes se destinará a cosas que hagan la vida más agradable, como el teléfono móvil, salir a comer y cosas por el estilo. El 20% restante puede utilizarse para crear un fondo de reserva, ahorrar para la jubilación o salir de deudas.

 

Asigne a cada dólar una función con el método de presupuestación de base cero

Cuando no tienes un plan para tu dinero, es más probable que lo malgastes en tonterías. La idea principal del método presupuestario basado en cero es dar a cada dólar una función. Quieres conseguir que tus ingresos y gastos se equilibren sin que sobre dinero. Empieza escribiendo dos listas, una para tus ingresos mensuales y otra para tus gastos. Compara ambas listas para ver cómo están. Si has presupuestado todas las facturas y ves que sobran 50 dólares, tienes que encontrar algo que hacer con el dinero extra. Por ejemplo, puedes ingresarlo en el banco o utilizarlo para hacer un pago extra de una deuda. Si tus cálculos muestran que has estado gastando más de la cuenta, empieza a recortar tus gastos hasta que llegues al punto de equilibrio. Controla tus gastos a lo largo del mes y haz los ajustes necesarios.

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