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El 40% de los adultos no tiene suficiente dinero ahorrado para cubrir una emergencia de 400 dólares. Así que, si las cosas se pusieran feas (e inevitablemente lo estarán), no tendrían más remedio que pedir dinero prestado. Mientras algunas personas acuden a amigos y familiares en busca de ayuda, otras prefieren pedir un préstamo. Sin embargo, no todos los préstamos son iguales. Hay algunos que harán que tu cartera pida clemencia. He aquí tres de las peores formas de pedir dinero prestado.

 

Préstamos de día de pago

Los préstamos de día de pago tienen mala reputación por una buena razón. Sí, puedes conseguir dinero rápido, pero te cobrarán unos intereses ridículos. La TAE media ronda el 400%. Ten en cuenta que con una tarjeta de crédito sólo sueles pagar entre un 12% y un 30%. Los préstamos de día de pago funcionan de la siguiente manera: emites un cheque con fecha posterior por la cantidad que pides prestada más las comisiones y te pagan en el acto. Algunos sitios te permiten darles acceso a tu cuenta bancaria, lo cual es una idea terrible, no lo hagas. En tu siguiente día de pago, el prestamista puede cobrar el cheque que has extendido, o bien puedes trasladar el préstamo a otro periodo de pago con un coste adicional. Por desgracia, sólo el 14% de los prestatarios son capaces de devolver sus préstamos. La mayoría de los préstamos de día de pago se renuevan o van seguidos de otro préstamo en un plazo de 14 días... y eso hace que aumente la cantidad de intereses que tienes que pagar.

 

Préstamos auto título

Si tiene poco dinero y es propietario de su coche, puede que le parezca buena idea pedir un préstamo sobre el título de su coche. Con este préstamo a corto plazo, pones tu coche como garantía a cambio de dinero. Si no devuelves el préstamo, el prestamista puede embargarte el coche. Por desgracia, así es como acaba la historia para uno de cada cinco prestatarios. Lo que hace que los préstamos sobre el título sean arriesgados son los altísimos tipos de interés. La TAE de un préstamo de pago único es del 300% y del 259% si se paga a plazos. Sólo el 12% de los prestatarios son capaces de devolver el préstamo de una sola vez.

 

Anticipos de tarjeta de crédito

Una de las "ventajas" de tener una tarjeta de crédito es que muchos emisores permiten obtener anticipos en efectivo. Basta con meter la tarjeta de crédito en un cajero automático, introducir el PIN y recibir el dinero. El proceso es fácil, pero los anticipos son caros. La TAE media es del 24% y los intereses empiezan a acumularse inmediatamente. También tendrás que pagar una comisión por anticipo. Dependiendo del emisor de la tarjeta, la comisión puede ser fija o un porcentaje del importe adelantado.

 

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