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Ser amable significa ser educado, respetuoso y considerado con los demás. Un acto de amabilidad puede ayudar a que otra persona se sienta mejor consigo misma y sea más amable a su vez.

La amabilidad tampoco significa siempre hacer algo grande o grandioso. A veces significa ser atento con cosas pequeñas, como prestar atención cuando alguien está hablando o dedicarle una sonrisa cuando se siente deprimido. Con el tiempo, las pequeñas cosas se van sumando. Veamos otras pequeñas cosas que puedes hacer para difundir la amabilidad.

Sonríe a un desconocido.

Es fácil dejarse llevar por el ajetreo de la vida cotidiana y olvidar que vivimos en un mundo con otras personas. Tómate tu tiempo cada día para sonreír a un desconocido. ¿Y si no te devuelven la sonrisa? No te preocupes. Todas las personas merecen ser amables en su vida, por muy diferentes que parezcan de nosotros a primera vista. Una sonrisa, aunque no sea recíproca, envía energía positiva a otro ser humano.

Deja una propina generosa.

Si alguien te ha atendido de maravilla en un restaurante, haz un esfuerzo adicional y dale una propina generosa. Lo normal es al menos un 20%, pero si han ido más allá, da más. Así demostrarás que aprecias su servicio y se sentirán muy bien. Un poco de dinero extra puede llegar muy lejos para las personas que trabajan duro por su dinero, así que no subestimes el impacto que un dólar extra puede tener en el día de alguien.

Ceda su asiento en el autobús o el tren

Puedes ceder tu asiento en el tren, el autobús o el metro a alguien que lo necesite más que tú. Una persona discapacitada o mayor agradecerá este gesto. También puedes abrirle la puerta a alguien, sobre todo si lleva algo en la mano o está lloviendo. Es una manera muy fácil de alegrarle el día a alguien.

Llama en lugar de enviar mensajes de texto.

¿Sabes qué es mejor que enviar un mensaje? Llamar. Si hay alguien a quien sueles enviar un mensaje de texto, sáltate el mensaje y llámale. Es más personal y se establece una verdadera conexión humana. Por teléfono se puede decir mucho más que por SMS. La voz humana puede transmitir empatía, mientras que los mensajes de texto se quedan cortos.

Dona sangre.

Cuando donas sangre, estás ayudando a salvar vidas. Tu donación puede ayudar a alguien que ha sufrido un accidente o a un niño con cáncer. Muchas personas necesitan una transfusión de sangre en algún momento de su vida: es un elemento esencial para mantenerse vivo y sano si se sufre un accidente o se padecen determinados problemas de salud. Así que haz el regalo de la vida donando tu propia sangre. Sólo se tarda una hora (y es indoloro), y se trata de un pequeño acto de bondad que puede suponer una gran diferencia para otra persona.

Dona la ropa que ya no te sirva.

Dona la ropa que ya no te pongas a Goodwill o a una organización benéfica local que acepte donaciones de ropa, como Dress for Success o el Ejército de Salvación. No te costará nada y harás que otra persona se sienta de maravilla. Incluso puedes convertirlo en un acontecimiento divertido con tus amigos reuniéndolos a todos y organizando una fiesta de donación de ropa. Para otra persona, esa ropa será nueva.

Prepare una comida para alguien especial.

Si tienes una relación sentimental, puede que te escapes a cenar fuera de vez en cuando. Pero preparar una comida casera (y sana) es una de las mejores formas de demostrar a tu pareja que te preocupas por ella y por su bienestar. Y no olvides que hay otros tipos de relaciones además de las románticas. También puedes fortalecer amistades y relaciones familiares con actos de amabilidad como éste.

Hazle un favor a alguien, sólo porque sí.

Regala tu tiempo a alguien. Ofrécete a cuidar de un amigo, un familiar o un vecino que esté pasando por dificultades. O ayuda a un desconocido. Si ves a alguien con problemas para hacer la compra, ofrécete a ayudarle a llevar las bolsas al coche o a la puerta de casa. Nunca se sabe qué dificultades pueden tener, y este pequeño acto de amabilidad puede marcar la diferencia en su día. Pequeños actos de bondad como éstos pueden cambiar enormemente el día de una persona y hacer que sea más probable que la otra lo devuelva haciendo algo bueno por otra persona.

No olvide a sus amigos de cuatro patas.

Muchos perros de los refugios necesitan que alguien los visite y los saque a pasear. Están asustados y no saben por qué están allí. Ofrecerse voluntario para pasearlos una vez a la semana o al mes puede marcar la diferencia para estas increíbles criaturas. Y si eres buen fotógrafo, ¿por qué no te ofreces a hacerles fotos y vídeos para ayudarles a ser adoptados?

Conclusión

Ahora ya tienes una lista de pequeños actos de bondad que puedes empezar a poner en práctica inmediatamente. Dedica un tiempo cada día a practicar estos pequeños actos. Marcará una gran diferencia en cómo te sientes contigo mismo y con el mundo que te rodea; además, ¡también puede alegrar la vida de otras personas!

 

 

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