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Tanto si está intentando perder peso, comer más sano o ahorrar dinero, planificar sus comidas con antelación puede ayudarle a alcanzar sus objetivos. Lo más difícil es empezar. Decidir qué hacer para cada comida puede ser abrumador, así que al principio céntrate en la cena. Con el tiempo, las cosas serán más fáciles y podrá incorporar más comidas a su plan de alimentación. Aquí tienes algunos consejos para planificar las comidas que pueden maximizar tus ahorros.

Utiliza los ingredientes que ya tienes

La forma más rentable de planificar las comidas es empezar por los ingredientes que ya tienes en la cocina. Haz una lista de lo que tienes en la despensa, el frigorífico y el congelador. Presta especial atención a las fechas de caducidad para saber qué hay que utilizar primero. A partir de ahí, puedes utilizar una aplicación como SuperCook para encontrar recetas que contengan tus ingredientes.

Comprar artículos en oferta

Reúne la circular semanal de rebajas de algunos supermercados de tu zona y compara precios. Mira qué está de oferta en tu tienda preferida y planifica tus comidas en torno a esos productos. Puede que merezca la pena visitar varias tiendas para conseguir las mejores ofertas. Haz la compra con una lista y compra sólo lo que sepas que vas a utilizar. También puedes ahorrar dinero en tu próxima compra inscribiéndote en programas de fidelización, recortando cupones, comprando marcas genéricas y utilizando aplicaciones de reembolso.

Crear un menú semanal

Cuando tienes hambre y no sabes qué preparar, es más probable que compres lo más rápido que encuentres. Crear un menú semanal te dará una pauta a seguir para que ahorres tiempo y dinero. Para empezar, escribe una lista de las recetas favoritas de tu familia junto con algunas nuevas que te gustaría probar. Descárgate un planificador de comidas para imprimir gratis en Internet y asigna una comida para cada día. Incluso puedes organizar noches temáticas, como el lunes sin carne, el martes de tacos o el miércoles de alitas. Cuando hayas terminado, cuelga el menú donde todos puedan verlo. Considera la posibilidad de comprar una carpeta para guardar las recetas de la semana, de modo que todo esté organizado y listo para usar.

Elija guarniciones fáciles

Las guarniciones no tienen por qué ser complicadas ni caras. Facilítate la vida comprando una lata de verduras, patatas fritas congeladas, ensalada en bolsa o arroz para microondas y utilízalo como guarnición. Sigue las instrucciones de cocción del envase y sírvelo tal cual o dale un toque especial añadiendo una salsa o un condimento especial.

Tenga a mano algunas comidas rápidas para los días perezosos

Todo el mundo tiene días en los que no le apetece cocinar, pero hay platos sabrosos que puedes hacer con el mínimo esfuerzo. Con un pollo asado comprado en la tienda, puedes hacer tacos de pollo, ensalada César de pollo o quesadillas de pollo. Otro plato sabroso y fácil de preparar es la pizza naan. Todo lo que necesitas es naan comprado en la tienda, salsa de pizza, queso mozzarella rallado y cualquier otro ingrediente que te guste. Ponlo todo junto y hornéalo a 400 ºF hasta que el queso se derrita. 

Planifique una comida sin carne a la semana

Intente preparar al menos una comida sin carne a la semana. Limitar la cantidad de carne que consume tiene beneficios para la salud y para el ahorro. Puede ayudarle a controlar el peso, reducir el riesgo de cardiopatías, mejorar la salud intestinal, protegerle de ciertos tipos de cáncer y es mejor para el medio ambiente. En lugar de carne, elige pescado, berenjenas, tofu, garbanzos o champiñones portobello.

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